La muerte de Steve Jobs hace días ha conmocionado a muchos. Miles de personas hemos visto su gran ponencia en una Universidad de EEUU ante un locutorio de miles de chicos y chicas, y todos hemos sentido pena de perder a una persona tan pegada al mundo terrenal cómo al mundo de las ideas.
En este maravilloso discurso habla Steve de "conectar puntos" refiriéndose a lo fácil que es pasado el tiempo, ver desde la distancia cómo nos han influido las cosas que hemos hecho/ aprendido en la vida. Habla de cómo amaba lo que hacía y cómo se puede empezar de nuevo sabiendo que lo que haces lo haces porque te gusta, porque es tu verdadera vocación. Habla de sentirse un principiante después de un fracaso; habla de la MUERTE, con mayúsculas, de lo que esto supone en nuestras vidas: verse y quererse, verse y querer seguir con tu pasión, con lo que te hace feliz. No renunciar.
Habla de la clave del éxito de sus proyectos, de su vida: CORAZÓN Y INTUICIÓN. Sólo eso.
Escuchándolo sé porqué mi padre vivía para y por el restaurante, para y por LA COCINA. Siempre le echábamos de menos en casa pero mi madre nos hizo entender que mi padre no podía evitarlo, y que estar ALLÍ en su negocio le hacía tremendamente feliz. Le hacía Persona. Durante los largos meses de su enfermedad sólo le consolaba pensar que si se ponía bien, volvería al restaurante. Sólo eso.
Ahora, al igual que Steve Jobs tuvo la suerte de sentirse realizado cómo persona, y al igual que él, ha dejado una mochila de sueños por cumplir que los que le quisimos intentaremos hacer realidad.
Gracias Steve, por recordarme que el HAMBRE de aprender, de soñar, de luchar, es lo que mueve a los grandes. Y tal y cómo termina su discurso así lo acabo yo. "Seguid hambrientos, seguid alocados".
Una vela y una canción para los dos, Pavarotti y Elton John cantando "live like horses" .
http://www.youtube.com/watch?v=07ZNJ1Pw-E0
